La elección entre el silenciador directo, el sistema de escape activo y el estrangulador electrónico.
El silenciador directo es la solución más asequible del mercado, pero tiene sus desventajas obvias: no es adecuado para los coches diésel, es difícil de instalar y pierde la garantía del concesionario, lo que es importante si su coche es nuevo o está en garantía. A ello se suman las complicaciones de someterse a un mantenimiento y la imposibilidad de regular el nivel de ruido. Los vecinos difícilmente apreciarán.
El escape electrónico activo es un sistema de sonido que reproduce los sonidos del escape de los motores de los coches emblemáticos. A diferencia de los sistemas de escape directos, es adecuado para motores de gasolina silenciosos y motores diésel potentes. El sistema es sencillo de instalar. No se necesitan soldaduras ni soportes adicionales, y se mantiene la garantía de fábrica. Es fácil pasar las inspecciones de vehículos e incluso puedes trasladar el sistema a otro vehículo si lo cambias. El escape activo es fácil de controlar, ajustando el sistema por ti desde la pantalla de tu smartphone o los botones del habitáculo. Elige el sonido del escape, ajusta el volumen y el tono del ralentí, la dinámica del sonido cambia al subir de revoluciones.
Trampilla electrónica. En esencia, el sistema de escape del vehículo combina un sistema de escape directo con un sistema de escape convencional. El control de la válvula electrónica se realiza a través de una aplicación móvil o de los botones del fabricante, lo que permite ajustar el sonido del escape del coche.